El Bautismo ¿Qué es? y ¿Qué significa?



En este artículo intentaremos responder a dos preguntas ¿Qué es el Bautismo? y ¿Qué significa? Comenzaremos respondiendo de manera directa y breve para después buscar explicación y sustento a nuestras respuestas en la Biblia y en la teología.

En pocas palabras:

¿Qué es el Bautismo? Es un sacramento[1]

¿Qué significa el bautismo? La remisión y purificación de los pecados y la mortificación de nuestra carne para resucitar a nueva vida[2]

¿Qué es el Bautismo?
El bautismo, según nuestras confesiones y catecismos, es un sacramento, pero ¿qué es un sacramento? Podemos comenzar por la definición que nos da Calvino:

“es una señal externa con la que el Señor sella en nuestra conciencia las promesas de su buena voluntad para con nosotros”[3]
Analicemos las palabras de Calvino. En primer lugar un sacramento es “una señal externa” ¿Qué es una señal y por qué es externa?

Una señal, en un sentido amplio y general, puede ser cualquier cosa que represente otra. Cuando vamos manejando por la calle y aparece un letrero con un dibujo de un tope, sabemos que ese letrero es una señal que representa el tope que viene enseguida. Pero en el contexto de la iglesia y de los sacramentos una señal no es cualquier cosa que represente otra sino un elemento visible que represente algo espiritual, invisible.

La idea de algo visible representando algo invisible no es del todo extraña a nosotros, podemos encontrarla con frecuencia en bodas. Cuando el novio le da a la novia el anillo, esto es símbolo o señal de fidelidad a los votos que se habrán hecho posteriormente. Una fidelidad invisible representada en la señal visible de un anillo. Los sacramentos operan de forma similar. En el bautismo, por ejemplo, la señal visible que representa realidades invisibles es el agua aplicada al sujeto bautizado.


¿Por qué se describe a la señal como “externa”? Es externa porque en sí misma no tiene ningún efecto interno (espiritual) en la persona bautizada[4]. Así como el anillo de bodas por sí mismo no nos hace fieles a nuestra pareja, el agua del bautismo por sí misma no nos lava ni purifica de nuestros pecados. ¿Qué es lo que hace que el sacramento sea efectivo? Es la señal (el agua) junto con la Palabra[5] que provee de significado al sacramento, y el obrar del Espíritu Santo[6] junto con la fe del sujeto descansando sobre la obra de Cristo.

¿Qué efecto tienen los sacramentos en nosotros? Eso es lo siguiente que Calvino dice en la definición que hemos citado arriba: “es una señal externa con la que el Señor sella en nuestra conciencia las promesas de su buena voluntad para con nosotros”. Es una señal con la cual el Señor sella. Quedémonos con la idea del “sello” ¿Qué es un sello y para qué sirve? En primer lugar es importante remarcar que no es lo mismo una señal que un sello: Una señal puede no ser un sello, sin embargo un sello siempre es una señal.

Una señal, como ya dijimos, puede ser la señal de transito de un tope en la calle o la señal de un anillo de bodas. Sin embargo mientras que la señal del tope no “sella” nada (más bien indica la existencia de un tope en determinado lugar) por otro lado la señal del anillo sí “sella” algo: El compromiso matrimonial.

Para entender esto mejor será útil pensar en nuestra época en la escuela primaria. Cuando la maestra calificaba las tareas y decía “muy bien hecho, tienes un diez” su sola declaración era suficiente para tener la calificación y la aprobación. Sin embargo eso no era suficiente para nosotros, deseábamos el sello de aprobación. Entonces la maestra sacaba su sellito de la “la abejita trabajadora” con el cual sellaba la tarea y con ello confirmaba la aprobación de nuestro trabajo. El sello no nos aprobaba por sí mismo pero significaba y confirmaba para nosotros la aprobación dada y fortalecía en nosotros la seguridad de dicha aprobación. Esa es la función del sello.

De manera similar, los sacramentos no sólo son señales sino que son señales con las que el Señor sella para y en nosotros sus promesas. Calvino dice que Dios con sus sacramentos sella “las promesas de su buena voluntad para con nosotros”. ¿Cuáles promesas? De manera general son sus promesas de vida eterna, pero de manera particular cada sacramento tiene promesas propias y bien definidas. Hablaremos de ellas más adelante al explicar el significado del bautismo ya que las promesas que son selladas son la misma cosa que las realidades espirituales que son representadas por la señal.

Hemos descrito qué es un sacramento sólo para comenzar a entender el bautismo en términos generales. El bautismo es un sacramento, osea una señal externa con la que el Señor sella en nuestra conciencia las promesas de su buena voluntad para con nosotros. Y la cosa que sirve como señal y sello en el bautismo, evidentemente, es el agua.

Hablemos ahora de qué significa el bautismo.

¿Qué significa el Bautismo?
El bautismo, como un sacramento, señala ciertas realidades espirituales y al mismo tiempo Dios las sella en nuestras conciencias por medio del agua, pero ¿Cuáles son esas realidades que en el bautismo son señaladas y selladas?

Si revisamos el testimonio de las Escrituras podremos ver que ellas nos hablan del significado del bautismo en una amplia variedad de expresiones: el perdón de los pecados (Mar 1.4; Hch 2.38), un lavamiento o purificación de los pecados (Ef 5.26; Hch 22.16) la muerte del viejo hombre y la resurrección a una vida nueva (Ro 6.3-5; Col 2.11-12) y el estar revestidos de Cristo (Gal 3.27).

Sin embargo la teología reformada ha tomado todas estas declaraciones y las ha resumido en dos. Calvino en el Catecismo de Ginebra hace la misma pregunta que nosotros “¿cuál es el significado del bautismo?” y en seguida responde “Consta de dos partes. Primero, representa el perdón de nuestros pecados (Efesios 5.26-27) y, en segundo lugar, nuestra regeneración o renovación espiritual (Ro. 6.4)”[7].
¿Cómo es que el agua representa estas dos cosas? La forma de notar la conexión entre agua del bautismo y las dos realidades espirituales que representa es pensando en una de las principales funciones del agua: lavar o purificar. En toda la Biblia la idea esencial del bautismo es precisamente la del lavamiento o purificación[8]. Probablemente por ello el Catecismo de Heidelberg toma las dos cosas representadas por el bautismo y las conecta con el agua hablando de dos tipos de lavamientos: El lavamiento con la sangre de Cristo y el lavamiento con el Espíritu de Cristo.[9]

Una última aclaración que ayuda a entender este par de cosas es la aclaración que hace L. Berkhof al inicio de su sección soteriológica “Debemos distinguir con cuidado entre los actos de Dios judiciales y recreativos. Los primeros (como la justificación) cambian el estado, y los últimos (como la regeneración, la conversión), cambian la condición del pecador”[10]. ¿Por qué es importante esta aclaración? Porque en el bautismo, el par de cosas que son significadas en el agua son, una, de carácter judicial, y la otra, de carácter recreativo. Y precisamente una de ella puede ser vinculada con la justificación y la otra con la regeneración. Para fines didácticos he elaborado una tabla en la que podemos notar mejor la relación de estas cosas:

El Bautismo Significa:
El perdón de nuestros pecados
Nuestra regeneración o renovación espiritual
El lavamiento con la sangre de Cristo
el lavamiento con el Espíritu de Cristo
Acto Judicial
Acto Recreativo
Justificación
Regeneración


La teología reformada entiende el significado del bautismo de esta manera. Teologicamente es así, pero ¿cómo comprobar esto en la Biblia? Dado a la extensión requerida para dicho fin eso lo dejaremos para otro artículo.




[1] Confesión de fe de Westminster, Cap 28, A
[2] Institución de la Religión Cristiana, Juan Calvino, Libro IV - Capítulo XVI, Párrafo 2
[3] Institución de la Religión Cristiana, Juan Calvino, Libro IV Cap XIII, Párrafo 1
[4] Catecismo de Heidelberg, Pregunta 72
[5] Institución de la Religión Cristiana, Juan Calvino, Libro IV, Capítulo XIV, Párrafo 4
[6] Catecismo de Heidelbarg, Pregunta 27
[7] Catecismo de Ginebra de Juan Calvino, Pregunta 324
[8] Teología Sistemática, Luois Berkhof, Pág 796 (versión digital)
[9] Catecismo de Heidelberg, Pregunta 69 y 70
[10] Teología Sistemática, Louis Berkhof, Pág 521 y 522 (versión digital)

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