El Origen Bíblico del Pastorado
¿Cuáles son las
raíces del pastorado? ¿Cuándo nació este ministerio? ¿Quién lo inició? ¿Qué nos dice la Biblia?
Debemos iniciar nuestra búsqueda en la Biblia, en el
gobierno bíblico eclesiástico del Nuevo Testamento y en los oficiales de la
iglesia primigenia ¿Cómo es que la Biblia nos cuenta que era la estructura de
gobierno en la primera iglesia? Encontramos que el Nuevo Testamento nos provee una
lista bastante larga de títulos de oficiales de iglesia. Tenemos al menos siete
títulos: Apóstol, profeta, pastor, maestro, obispo, anciano y diácono. Es notable
que el título “pastor”, de entre todos los mencionados, es el que menos se
utiliza en la Biblia en referencia a algún oficial de la iglesia; se habla de
oficiales de iglesia llamándoles “pastor” tan sólo una vez en Efesios y cuatro
en Hebreos (Ef. 4.11; Heb. 13.7, 17, 20, 24). En total son sólo cinco las veces
que se utiliza este título para hablar de algún dirigente eclesiástico en toda
la Biblia y sólo en dos libros de la Biblia, los cuales, por ser epístolas, no
nos proveen de información sobre el origen histórico de este oficio.
En contraste, aparte de los
apóstoles, son los oficiales denominados “ancianos” quienes tienen el primer
lugar en número de menciones con 18 apariciones en todo el Nuevo Testamento (Hch
11.30; 14.23; 15.2, 4, 6, 22, 23; 16.4; 20.17; 21.18; 1 Tim 5.1, 2, 17, 19; Ti
1.5; Stgo 5.14; 1 Pd 5.1, 5). Además de que la importancia y prominencia de
estos últimos se hace evidente no sólo en el número de veces que son
mencionados sino también en el hecho de aparecer formando equipo con los doce apóstoles;
tomando decisiones, dirigiendo y resolviendo conflictos (Hch 15.2, 4, 6, 22, 23; 16.4);
La frase “apóstoles y ancianos” aparece seis veces en Hechos, más que el mismo
título eclesiástico de “pastor” en todo el Nuevo Testamento. Estos hechos
arrojan una serie de preguntas no poco importantes. Si el título “pastor”
aparece tan poco y el de anciano tanto ¿cómo es que ahora el pastor es una
figura más prominente mientras que los ancianos han sido dejados como meros
ayudantes del pastor? ¿Es que el pastorado se desarrolló fuera de la Biblia en
algún otro punto histórico? La respuesta corta es: No. Pero para responder de
forma más satisfactoria tendremos que hacer un recorrido por los orígenes de
algunos de los títulos de los oficiales eclesiásticos más mencionados.
Origen de los ancianos
En un primer período en
la vida de la iglesia los apóstoles fueron los únicos oficiales de la iglesia (aunque
es dudoso que ellos constituyeran un cuerpo directivo
plenamente organizado[1]). Tan sólo un poco más tarde vienen a escena los ancianos
y aparecen, como hemos dicho, haciendo equipo con los apóstoles (Hch 15.2, 4,
6, 22, 23; 16.4) Pero ¿Cuál es el origen de estos ancianos? H. R. Boer escribe
al respecto lo siguiente:
“No hay ninguna indicación en cuanto a su origen en el
Nuevo Testamento. En la primera referencia a ancianos en Hechos 11:29, 30 se da
por sentada su existencia como algo bien conocido. Es posible que las reuniones
de adoración que los creyentes en Jerusalén comenzaron a celebrar después de
pentecostés siguieran el molde de la sinagoga judía. En la sinagoga el anciano,
quien seguía a los gobernadores en autoridad, ocupaba un lugar prominente.
Puede ser también que los miembros de mayor edad en la comunidad cristiana
fueran automáticamente considerados como líderes, y que luego el cargo de
anciano se estableciera por elección o por nombramiento.”[2]
Así que debemos ser
honestos en aceptar que la Biblia no nos cuenta cómo se originó al oficio de
“anciano” del Nuevo Testamento, pero podemos añadir que es muy probable que los
cristianos de la iglesia primitiva, quienes eran judíos en su mayoría, tomasen
prestado el término del modelo de la sinagoga y lo implementaran en el gobierno
de la iglesia. Después de todo, como dice Boer: “La estructura de gobierno y administración (de la
iglesia) se desarrolló según se iban presentando las necesidades.”[3]
En esta última declaración de
Boer, puede parecer que estamos insinuando que la estructura de gobierno de la
Iglesia está determinada por las contingencias del momento histórico y cultural
más que por verdades bíblicas inamovibles. Ciertamente este es un punto difícil
de tratar el cual abordaremos a su debido momento.
Pero el hecho es que muy temprano
en la vida de la iglesia los ancianos tuvieron un lugar como parte del cuerpo
gobernante de esta. Hablando del puesto de anciano Boer escribe: “Podría quizá llamárselo el puesto básico en la iglesia.”[4] San
Jerónimo, comentando la epístola a Tito, dice estas palabras: “antes de que por
instigación del Diablo naciesen las discordias en la región y se dijere entre
los hombres: Yo soy de Pablo, yo soy de Céfas, las iglesias se regían por el
común acuerdo de los presbíteros”. Por cierto, presbítero, es la forma griega
de decir “anciano”. Así que sabemos que los primeros dirigentes de la iglesia
fueron los apóstoles y luego les siguieron inmediatamente los ancianos cuyo
origen probablemente sea el expuesto. Este es el orden cronológico de
oficiales: apóstoles y luego ancianos (o presbíteros).
Origen del obispado
Ahora bien, sobre los
obispos se puede decir que la palabra “obispo” aparece tan sólo seis veces en
toda la Biblia (Hch 20:28; Flp 1:1; 1 Ti 3:1, 2; Tit 1:7; 1 P 2:25) y de estas seis
apariciones una no se refiere los oficiales de la iglesia sino a Jesucristo
mismo (1 P 2:25). Pero, hablando de los obispos como los oficiales de la
iglesia ¿Quiénes son ellos? ¿De dónde vinieron? ¿Qué información nos provee la
Biblia?
No hay ningún texto bíblico que
nos indique cuál es el origen histórico de los obispos. En las cartas de Pablo,
cuando él le dice a Timoteo: “Si
alguno anhela obispado, buena obra desea” (1 Tim 3.1 RVR60) y luego continúa
dando los requisitos del obispado, no está introduciendo por vez primera el
cargo de “obispo” en el gobierno de la iglesia sino que está regulando un cargo
ya existente y bien conocido para ese entonces. Y lo mismo sucede en los demás
versículos en los que la palabra “obispo” aparece, en ninguno de ellos se ve
que se instituya el oficio de “obispo” como tal sino que se habla de éste como de
algo que ya estaba en funcionamiento.
No obstante, al estudiar detenidamente los textos en
donde aparece dicho título podremos notar algo crucial para comprender mejor su
significado y posible origen, esto es: que el título de obispo y el de anciano
apuntan al mismo oficio eclesiástico.
En Hechos 20 los términos anciano
y obispo son usados para referirse a las mismas personas. En el versículo 17
leemos que Pablo “hizo llamar a los ancianos de la iglesia”. Pablo quería
hablar con ellos antes de continuar con su viaje. En esta conversación, entre
otras cosas, Pablo les dijo a los ancianos de la iglesia: “mirad… por todo el
rebaño en el que Espíritu Santo os ha puesto por obispos” (v.28). El texto nos
informa que Pablo llamó a los “ancianos” pero luego leemos que él les dice que
el Espíritu Santo los puso por “obispos”. Después de leer esto nos preguntamos,
¿finalmente, son obispos o son ancianos? Sin embargo talvez la solución es que sean
tanto obispos como ancianos, no porque tengan un doble cargo sino porque ambos
títulos pudieran estar señalando al mismo oficio.
Esto se ve todavía más claro en
las palabras de Pablo a Tito: “Por esta causa te dejé en Creta, para que
corrigieses lo deficiente, y establecieses ancianos en cada ciudad, así como yo
te mandé” (Ti 1:5 RVR60) Notamos entonces que hay un encargo de parte de Pablo
a Tito ¿cuál es? establecer ancianos. Pero nos llama la atención cómo es que
Pablo continúa hablando de aquellos ancianos; Él comienza a describir como debe
ser el hombre que desee ser anciano: “que fuere irreprensible, marido de una sola
mujer, y tenga hijos creyentes que no estén acusados de disolución ni de
rebeldía. Porque es necesario que el obispo sea irreprensible, como
administrador de Dios” (Ti 1.6-7 RVR60). Pablo comienza hablando de los
ancianos y de cómo deben ser cuando de repente sólo comienza a hablar de los
obispos como si nada. ¿Está cambiando Pablo el tema drásticamente? ¿o es que
ancianos y obispos son dos formas de referirse al mismo oficio? Esto último, de
hecho, es lo más probable. San Jerónimo, por ejemplo, dice
comentando a Tito: “Lo mismo es presbítero que obispo”
Podríamos seguir citando versículos y
testimonios de otras personas sobre este punto pero creo que ya ha quedado
claro que anciano y obispo son dos formas de hablar del mismo oficial de
iglesia, son sinónimos.
El origen del pastorado
Recordemos por un momento que el
asunto principal que estamos tratando es el del origen de pastorado ¿Qué tiene
que ver todo lo que hemos dicho con el origen del pastorado? La respuesta es:
Mucho. He querido empezar hablado de estos dos títulos y su posible origen para
concluir señalando que el título “pastor” es otro sinónimo más de anciano y de
obispo y que cualquiera de estos nombres apuntan al mismo oficial de iglesia. Es
decir que tanto pastor como anciano y obispo son todas maneras diferentes de referirse
al mismo líder eclesiástico.
En 1 Pedro 5 vemos como Pedro en
el versículo uno le habla a los ancianos diciendo: “Ruego a los ancianos que
están entre vosotros” y les dice en el versículo 2: “Apacentad la grey de Dios”. Ellos son ancianos pero se
les pide “Apacentar”. La palabra griega que Pedro utiliza cuando dice
“apacentar” (ποιμαίνω), puede traducirse también como “cuidar como pastor de
ovejas”[5].
¿A quiénes deben cuidar como pastores estos ancianos? A la “grey”. Una forma
más exacta de traducir aquello de “grey” (ποίμνιον) sería “rebaño”[6]. En
resumen: Pedro, está mandando a los ancianos a pastorear al rebaño, algo que
habría de ser dicho a pastores.
En Hechos 20.28 vemos como Pablo le dice a los ancianos “mirad
por vosotros, y por todo el rebaño” Y acaso mirar por el rebaño ¿no es algo
propio de pastores? Pero luego Pablo revela la razón por la cual estos ancianos
deben poner cuidadosa atención del rebaño, él dice: “para apacentar la iglesia
del Señor”. En este versículo de Hechos, las expresiones “el rebaño” y
“apacentar” vistas desde el griego original son exactamente las mismas que las
que utiliza Pedro en el versículo que acabamos de analizar en 1 Pedro 5.1 y 2. ¿Qué otra cosa puede significar todo esto sino
que los ancianos/obispos son lo mismo que los pastores? Las tres palabras son
sinónimas.
Dos tipos de
ancianos/obispos/pastores
Sin embargo hay una cosa más que necesitamos mencionar
para ser justos con lo que la Biblia nos dice sobre este tema. A pesar de que
anciano, obispo y pastor son el mismo oficio, la Biblia nos muestra de manera
implícita que los ancianos/obispos/pastores están divididos en dos grupos:
Pablo le dijo a Timoteo “Los ancianos que gobiernan bien,
sean tenidos por dignos de doble honor, mayormente los que trabajan en predicar
y enseñar.” (1 Tim 5.17) Las palabras de Pablo a Timoteo “los que trabajan en
predicar y enseñar” parecen implicar que había cierta porción de los ancianos
que se dedicaban especialmente a “predicar y enseñar” y otra que no o talvez,
no tanto.
No debemos pensar que unos ancianos
se dedicaban única y exclusivamente a gobernar la iglesia mientras que otros
trabajaban única y exclusivamente en la enseñanza y la predicación. Que unos
ancianos se desentendían por completo de la labor como maestros para ocuparse
de mantener el orden en las estructuras de la iglesia mientras que otros
descuidaban el gobierno por mantener un buen nivel en la enseñanza.
La enseñanza era un deber de todo anciano. Esto puede
verse en versículos como el de 1 Timoteo 3.1 y 2: “Si alguno anhela obispado,
buena obra desea. Pero es necesario que el obispo sea irreprensible, marido de
una sola mujer, sobrio, prudente, decoroso, hospedador, apto para enseñar”. Uno
de los requisitos para ser obispo (o anciano o pastor) es ser “apto para
enseñar”. ¿Qué otra cosa podría significar esto sino que todo anciano debía
encargarse en cierta medida de la enseñanza?
Luego en Efesios 4.11 leemos que Cristo constituyo a algunas
personas para ser “pastores y maestros”. En español puede parecer que estamos
hablando de dos grupos distintos de personas: pastores por un lado y maestros
por el otro, sin embargo en griego es claro que se trata de un solo grupo, el
grupo de los pastores que al mismo tiempo son maestros. Ser anciano, o pastor u
obispo implicaba (e implica) necesariamente algo de responsabilidad en el área
de la enseñanza.
Si esto era así ¿Qué significa entonces cuando Pablo habló de aquellos ancianos
que “trabajan en predicar y enseñar” como diferenciando entre ellos y otros
ancianos? Lo más probable es que Pablo esté refiriéndose a ancianos con un
énfasis extra en el área de la enseñanza en comparación con el resto de los ancianos.
Ya hemos establecido que todos enseñaban, sin embargo había algunos que se dedicaban
con más ahínco que otros, un sector de los ancianos que se adentraban con más
fuerzas al estudio y la docencia, estos son los de la expresión “los que trabajan
en predicar y enseñar”.
En conclusión: Hay una división entre ancianos que hacen todo lo que un
anciano debe hacer y ancianos que hacen todo lo que un anciano debe hacer y además
dan un extra en el área de la enseñanza y la predicación. Esta es la división
que podemos observar en la Biblia.
Más adelante en la historia, el titulo de obispo salió de
las muchas iglesias, los ancianos con el énfasis extra en la enseñanza fueron
los que terminaron siendo identificados como pastores y los que no tenían aquel
énfasis permanecieron con el título de ancianos.
¿Qué
tan rígidos debemos ser con estas cosas?
Vale la pena mencionar
que todo esto que hemos venido mencionando no es algo en lo que Dios haya
tenido la iniciativa. Dios no propuso ni ordenó que hubiera ancianos. Como
hemos visto, los ancianos son algo que la iglesia cristiana tomo de la sinagoga
judía, muy probablemente no por algún mandato de Dios (al menos no por uno que
haya quedado registrado en la Biblia) sino por la pura prudencia cristiana.
Esta es una de esas situaciones en donde aplica lo que encontramos en la
Confesión de Fe de Westminster “hay algunas circunstancias tocantes a la
adoración de Dios y al gobierno de la iglesia, comunes a las acciones y
sociedades humanas, que deben arreglarse conforme a la luz de la naturaleza y
de la prudencia cristiana, pero guardando siempre las reglas generales de la
Palabra que han de observarse siempre”[7]. El origen de los ancianos
en la Iglesia del nuevo testamento no es un mandato divino. De ser así toda
iglesia que no tuviera un gobierno presbiteriano estaría pecando, pero no creemos
que sea así.
No obstante, a pesar de que Dios
no originó el oficio de anciano/obispo/pastor/maestro, lo que sí podemos
afirmar es que Él lo tomó una vez que estuvo en marcha y, en cierto sentido, lo
hizo suyo. Dios por medio de Pablo delineó los contornos del oficio pastoral
marcando así la pauta de forma tal que si uno se aparta de los parámetros
impuestos por Dios para el pastorado, peca en rebelión contra su voluntad
claramente rebelada.
[1]
Walker, W. (1918). Historia de la Iglesia Cristiana. (A.
F. Sosa, Trad.) (p. 23). Lenexa, KS: CNP.
[2]
Boer, H. R. (2001). Historia de la Iglesia primitiva (A.D. 1–787)
(pp. 46–47). Miami, FL: Editorial Unilit.
[3]
Boer, H. R. (2001). Historia de la
Iglesia primitiva (A.D. 1–787) (p. 46). Miami, FL: Editorial
Unilit.
[4]
Boer, H. R. (2001). Historia de la
Iglesia primitiva (A.D. 1–787) (p. 46). Miami, FL: Editorial
Unilit.
[5] Tuggy,
A. E. (2003). Lexico griego-español del Nuevo Testamento (p. 793). El Paso, TX:
Editorial Mundo Hispano.
[6] Tuggy,
A. E. (2003). Lexico griego-español del Nuevo Testamento (p. 794). El Paso, TX:
Editorial Mundo Hispano.
[7]
Confesión de Fe de Westminster I.6
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