Dios no "abre y cierra puertas" para decirte cosas.

Dios no manda señales para decirte cosas. Dios no "abre y cierra puertas" para decirte cosas.

Hay muchas personas que "buscan la voluntad de Dios", ellas se encuentran en una disyuntiva, no saben qué estudiar, no saben si aceptar o no el trabajo que les proponen, no saben qué pareja elegir, no saben si comenzar ese negocio o no, etc... En su confusión irán con algún piadoso cristiano quien les dirá "ora, pídele a Dios que te muestre su voluntad". Así que ellos irán a orar y a pedirle a Dios que les muestre de alguna forma cuál es el camino correcto por elegir.

Curiosamente en la mayoría de los casos estas personas, en vez de mirar hacia la Palabra de Dios, miran hacia algo de sus circunstancias pensando que ahí se encuentra la respuesta de Dios a su problema. Es por ello que mucha gente en la iglesia dice cosas como: "quería ser veterinario, pero vi que Dios estaba cerrando todas las puertas a esa carrera, al mismo tiempo en la iglesia los hermanos me animaban para meterme el seminario, entonces entendí que Dios me estaba diciendo que debía estudiar para pastor". La gente cree que Dios responde nuestras oraciones y nos revela su voluntad a través de "cerrar y abrir puertas". "Si ella te corresponde y sus papás están de acuerdo en su relación puedes tomarlo como que es la voluntad de Dios que estén juntos" ¿Enserio podemos determinar su voluntad así? ¡No! Esto es incorrecto. Es muy común en la iglesia. Pero es incorrecto.

Teológicamente sabemos que hay sólo dos tipos de revelaciones: (1) la revelación general y (2) la revelación especial. La revelación general es la que hay en la creación la cual nos revela, no respuesta a los asuntos específicos de nuestra vida práctica, sino el poder y la deidad de Dios tal como Pablo lo presenta en Romanos 1.18-21.

Tenemos por otro lado la revelación especial. Esta es la Palabra de Dios, es la Biblia. Pero tampoco ella nos da respuesta específica a nuestras inquietudes específicas.

¿Entonces cómo? ¿Cómo sabremos con quien debemos casarnos o qué carrera debemos estudiar? No es mi intención principal responder a estas preguntas pero podemos decir un poco sobre ello: Debemos acudir a los principios generales de las Escrituras y apelar a la prudencia y la sabiduría cristiana para saber cuál dirección es la mejor que pudiésemos tomar. Pero aún con ello no tendremos una respuesta definitiva de forma que podamos decir "se que Dios quiere que yo me case contigo" ni "se que Dios quiere que yo estudie tal carrera". No podemos obtener esa seguridad absoluta por ningún medio.

Bueno, a decir verdad, sí existe una forma de tener tal seguridad, y es cuando aquello ya quedó en el pasado. Cuando ya estás casado con ella entonces puedes decir "Fue la voluntad de Dios que yo me casara con ella" y cuando hayas terminado esa carrera puedes decir "fue la voluntad de Dios que estudiara esa carrera". Sin embargo deberás entender que eso no implica que tú necesariamente hayas agradado a Dios o hecho lo correcto.

Pero mi intención principal con este escrito no es tanto ayudar a entender como puedes conocer la voluntad de Dios en medio de estas decisiones (cosa que podríamos tratar en otro momento) sino arrancar de nuestras mentes la errónea idea de que Dios nos revela su voluntad mandándonos señales, abriendo y cerrando puertas o dándonos la confirmación de alguien como indicador de su confirmación divina. Dios nos revela su voluntad sólo por medio de su Palabra si en ella no encuentras la respuesta divina que buscas no la encontrarás fuera de ella.

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