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Mostrando entradas de julio, 2017

Dios no "abre y cierra puertas" para decirte cosas.

Dios no manda señales para decirte cosas. Dios no "abre y cierra puertas" para decirte cosas. Hay muchas personas que "buscan la voluntad de Dios", ellas se encuentran en una disyuntiva, no saben qué estudiar, no saben si aceptar o no el trabajo que les proponen, no saben qué pareja elegir, no saben si comenzar ese negocio o no, etc... En su confusión irán con algún piadoso cristiano quien les dirá "ora, pídele a Dios que te muestre su voluntad". Así que ellos irán a orar y a pedirle a Dios que les muestre de alguna forma cuál es el camino correcto por elegir. Curiosamente en la mayoría de los casos estas personas, en vez de mirar hacia la Palabra de Dios, miran hacia algo de sus circunstancias pensando que ahí se encuentra la respuesta de Dios a su problema. Es por ello que mucha gente en la iglesia dice cosas como: "quería ser veterinario, pero vi que Dios estaba cerrando todas las puertas a esa carrera, al mismo tiempo en la iglesia los hermano

La Encomienda del Rey

Había una vez un gran reino llamado el reino de la gloria, en este reino había una pequeña provincia, la provincia de los traidores. Esta terrible provincia se había formado hacía miles de años, en la época de la fundación del reino. El Rey había delegado la autoridad para gobernar a un pequeño pero amado súbdito suyo. Sin embargo este hombre, inconforme con su puesto, se había rebelado en contra del Rey tratando de ponerse a sí mismo como el monarca absoluto de todo y traicionando así al gran y benévolo Rey. Naturalmente, el Rey no iba a permitir tal osadía así que, muy triste, respondió desterrando al traidor de su presencia. Fue de este modo que la provincia de los traidores fue fundada, cuando el pequeño y amado súbdito destinado a ser un honroso representante del Rey se volvió un traidor y un enemigo del reino de gloria. Miles de años más tarde aquella provincia estaba llena de hombres, todos enseñados a odiar el Rey, a luchar contra su autoridad y a rebelarse en cada oportuni